Detrás de las historias que hemos compartido en las redes, hay personas reales, como tu

Cambiemos la mirada, deshagamos prejuícios

 

Discriminar o menospreciar a alguien que está en una situación de vulnerabilidad social es injusto, cruel. Entre todos podemos cambiar la percepción que tenemos de las personas sin hogar. 

 
Somos muchos los que antes teníamos buenos trabajos y nos ganábamos bien la vida. Pero con la crisis la situación ha cambiado.”
— Mila
Perdí el trabajo, la casa. Perdí el coche, la moto, los amigos y la familia. Sin dar cuenta me desperté un día en la calle.
— Antonio
Para una mujer es aún más difícil porque te sientes físicamente más indefensa”
— Pili

¡Mila es una valiente!

“Trabajé más de 20 años como ingeniera de control para la navegación de satélites del ministerio de defensa de la Unión Soviética. Cuando llegó la Perestroika, muchas cosas dejaron de existir. Finalmente, a los 48 años decidí venir a España. He trabajado limpiando, de conserje, de guarda de seguridad y de guía turística. Ahora, quizás por la edad, ya no encuentro trabajo.”

“Sabía que había comedores sociales, pero no pensaba que un día iría a uno. O que poco a poco llegaría a esta situación. Mis ahorros se acabaron y tuve que ir a un centro de acogida. Ya no tengo ni un euro. Mi cuenta del banco tiene cuatro ceros.”

Mila hace un año que viene al comedor social de ASSÍS. Ha comenzado el curso de inserción laboral ASSÍSVerd de huertos urbanos y centros de compostaje.

El año 2009 Antoni tuvo que vivir en la calle. Desde entonces se ha formado en informática y ahora está empezando un negocio propio de consultoría informática. Es el informático de ASSÍS.

"Sabes que por la noche dormirás en la calle de nuevo. Que no tienes donde ducharte ni ropa para cambiarte. No tienes nada. Cero."

"Por la noche estarás solo. Y el día siguiente igual. No tiene fin. Es una cosa que se te mete adentro, y te mina la moral. Y te acaba destrozando."

"Me agredieron cuatro jóvenes de unos 25 años con palos... En la calle sufres agresiones diariamente.
A veces te escupen, te empujan, te pisan, te pasan por encima... También hay agresiones más disimuladas pero que incluso hacen más daño.
La forma como te miran, como te hablan..."

"¿Cómo te ve la gente cuando estás en la calle? Fácil. No te ven. Es una situación muy dolorosa.
Es cómo cuando miras por una ventana: el vidrio no se ve. Con las personas sin hogar pasa el mismo"

Antoni es muy activo y siempre está dispuesto a ayudar. Actualmente vive en un piso de ASSÍS.

Pili es el cascabel de ASSÍS, siempre tiene una sonrisa en los labios y un gesto amable para todos. Vivió 6 años en la calle.

"Puedes estar muy arriba, y de la noche al día encontrarte en la calle preguntándote “¿Cómo me salgo yo de esto?” Al principio se pasa mal, con miedo. Para una mujer es todavía más difícil porque te sientes físicamente más indefensa." 

"Es una situación que por circunstancias de la vida has tenido que vivir. No somos gente rara como piensan muchos. A ti también te puede pasar. Es injusto que te discriminen por eso."

Ahora vive en un piso de ASSÍS con dos compañeros. Es colaboradora en el centro y siempre está dispuesta a echar una mano.

 
 
jordi2.jpg
“Sabía que había gente durmiendo en la calle pero, como yo tenía un trabajo de camisa y corbata, pensaba que nunca me podría pasar a mí.”
— Antoni

Antoni trabajó 30 años en la banca. Se quedó sin trabajo a los 52 años y desde entonces no ha podido encontrar trabajo. Tuvo que vivir en la calle un tiempo.

"Yo iba por la vida sin ver lo que tenía a los lados, nunca pensé que yo estaría en uno de esos lados. Cuando iba a trabajar, de veintiún botonesveía cosas pero no llegaba a sentirlas. He estado toda la vida trabajando en banca, la mitad en Andorra. Llegó la crisis y el banco comenzó a hacer ERE… Intenté buscar trabajo, enviar currículos. Pero claro, con 52-53 años, nadie te contrata."

"Nunca en la vida pensé, que estaría en esta situación. Nunca, nunca, nunca. Estaba en el paro y pensaba que las cosas iban un poco mal. Pero llegar a encontrarme en esta situación, y depender de los servicios sociales, no lo había pensado nunca."

"No tengo medios para vivir. No puedo pagar un piso. No puedo pagar la luz. No tengo dinero para ir a la tienda a comprar comida o ropa… estoy viviendo gracias a ASSÍS. Esto se lo agradeceré siempre, siempre, siempre."

Antoni es positivo y trata de ver el lado optimista de la su experiencia y de aprender de lo que ha tenido que vivir.

Ahora voy en autobús o en metro, y nadie sabe que estuve un año viviendo en la calle.”
— Manuela

Manuela vivió en la calle con su hijo durante un año porque no encontraba trabajo. Ahora vive en un piso de alquiler.

"En la calle todas las noches son iguales. Son todas malas. De día puedes ir pasando de aquella manera... Pero la noche es horrible."

"Al verte sin hogar, muchas personas te menosprecian. Piensan que eres menos porque tienes menos. Pero eres una persona igual."

"Nunca piensas que te puede pasar a ti... Porque yo no he parado de trabajar y buscarme la vida."

Manuela viene cada día a ASSÍS y participa en varios talleres y actividades. Es muy afectuosa y atenta.

“Cuando lo has tenido todo, no piensas que de pronto te encontrarás sin nada.”
— Jordi

Jordi ha cotizado durante 42 años a la Seguridad Social. Hasta el año 2001 tenía un trabajo fijo, pero la empresa donde trabajaba hizo suspensión de pagos, y desde entonces ha sido un sube y baja. Ahora tiene 59 y no encuentra trabajo desde hace un año y medio.
No ha podido seguir pagando el piso donde había vivido toda la vida.

 
"Me han desahuciado hace quince días. Lo estoy pasando muy mal. No tengo ni para comer."

A ASSÍS viene a almorzar y recoge lo que se llama "pícnic" para llevarse comida a casa.

"Nunca en la vida habría pensado que de golpe me faltaría de todo, incluso lo más básico, como la comida... no puedo comprar ni una barra de pan."

"Hace más de un mes que llevo 22 céntimos en el bolsillo. Es todo lo que tengo."

Jordi está buscando trabajo activamente, y se está planteando ampliar su formación.